La denominada pensión compensatoria es aquella que se establece para compensar la situación del cónyuge que tras el divorcio se ha quedado sin fondos o necesita ayuda económica para salir adelante.
El cónyuge que aportaba más capital a la relación y que tenga más ingresos le pasará una pensión compensatoria al otro para que este segundo tenga cierto equilibrio y pueda salir adelante.
Esta pensión durará hasta que el cónyuge más desfavorecido económicamente encuentre un trabajo o tenga estabilidad.
Para establecer la cantidad, un juez tendrá en cuenta diferentes factores: el nivel de vida durante el matrimonio, la edad del solicitante, su formación académica y profesional, su estado de salud y las posibilidades reales de acceder al mercado laboral.
La pensión compensatoria no pretende igualar patrimonios, sino evitar que el cónyuge económicamente más débil quede en una situación injusta tras la separación. Se caracteriza por:
Entre los factores que valora el juez para conceder una pensión compensatoria están:
No todos los casos son iguales. Por ejemplo, una persona que dejó su carrera profesional para dedicarse al cuidado de los hijos tendrá más posibilidades de obtener la pensión que alguien con formación y empleo activo al momento del divorcio.
La duración puede ser temporal o indefinida, dependiendo de las circunstancias:
En la práctica, la mayoría de las pensiones compensatorias son temporales. No obstante, el juez puede fijar una pensión indefinida cuando el cónyuge solicitante no pueda reinsertarse en el mercado laboral.
Es importante distinguir ambas figuras:
La pensión compensatoria puede modificarse o incluso extinguirse si cambian las circunstancias. Algunos supuestos habituales son:
La pensión compensatoria suele concederse en matrimonios de larga duración donde uno de los cónyuges se dedicó en exclusiva al hogar y a los hijos, sacrificando su carrera profesional. También en situaciones de fuerte desequilibrio de ingresos entre las partes tras la ruptura.
La pensión compensatoria es una herramienta para evitar desigualdades económicas tras un divorcio. Sin embargo, no todos los casos la justifican y su concesión depende de múltiples factores. Por eso es fundamental contar con un abogado especialista en pensión compensatoria en Sevilla que le asesore, ya sea para solicitarla, negociar su importe, o defenderse frente a una reclamación. Nuestro despacho puede guiarle con experiencia y rigor en todo el proceso. Puede contactar con nosotros.